Aquí Turbo fuego, aquí unos amigos…

28 03 2011

El viejo carromatoEn el año 2006, por fin, nos compramos nuestra autocaravana. Era una Viva Booss, del año 1991, sobre un chasis Fiat Ducato, con un motor de 1.9 D. Aquella  compra cambio nuestras vidas. Descubrimos que lo que nosotros queríamos ser de mayores era autocaravanistas.

Viajar con la autocaravana es una forma muy especial de viajar. Es un viaje en libertad, un turismo itinerante. Cuando nos levantamos por la mañana no tenemos nada claro lo que haremos ese día. En general tenemos un plan, pero si por el camino descubrimos algo que nos apetece más, pues nada lo cambiamos.

La autocaravana es un vehículo con una determinada autonomía. Para ello es capaz de almacenar agua y energía y dispone de sistemas de almacenado de los residuos que genera (aguas grises y negras y basuras). Por otra parte ofrece a sus usuarios, en un espacio muy reducido, un lugar donde comer, dormir y asearse.

Como todo lo que empieza acaba, en el año 2008 vendimos nuestro «viejo carromato» y compramos una Bürstner Ixeo. Dado que según el fabricante su color es «rojo coral», nuestro hijo pequeño eligió el nombre y la llamamos «Turbo fuego». Creemos que es la auto más bonita que rula por las carreteras.

Solo nos da alegrías. Si algo existe negativo en esto es la hostilidad que ciertos ayuntamientos y empresarios de camping muestran hacia los usuarios de las autocaravanas. En muchos lugares, el modelo de desarrollo ha sido basado en el ladrillo y el resultado es que esos municipios carecen de servicios adecuados para los turistas que les compraron los apartamentos. Cuando llega una autocaravana y utiliza esos recursos insuficientes (fundamentalmente una plaza de aparcamiento), se convierte en un blanco fácil. En vez de regular, se opta por prohibir.

En cualquier caso, pienso sinceramente que demuestra una gran escased de miras. El turismo en autocaravana es menos estacional, necesita muy pocos servicios (aparcamiento, agua limpia y lugares para verter los residuos) y genera actividad económica en el comercio local y en la restauración. No es un turismo de pobres.

Lo de ciertos empresarios de camping ya no lo entiendo. En primer lugar intentan meter a fuerza en sus establecimientos a las autocaravanas, y luego no los tienen adaptados para estos vehículos (carecen de lugares apropiados para descarga de residuos, las parcelas son pequeñas y de difícil accesibilidad (ramas bajas…). Antes de tener una autocaravana no era cliente de camping, ahora de vez en cuando los utilizo. Pero nunca voy a uno donde se que es hostil hacia las autocaravanas.

En cualquier caso da igual. Cuando en un lugar te tratan mal, te marchas y vas a otro, que mira que hay sitios interesantes para visitar. Dos frases del gremio para rematar:

  • Donde no me dejan estacionar, no dejo mi dinero
  • Un autocaravanista nunca dirá que ha estado ahí, sino que todavía no ha estado ahí

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Un comentario

4 04 2011
El camino ancho « Mikel de Francisco

[…] Por eso, el “camino ancho”, dos palabras sencillas y triviales, integra las tres pasiones de mi vida. En primer lugar la familiar y el respeto a mis orígenes. En segundo lugar la profesional, como elemento vertebrador del territorio, desde el punto de vista social y medioambiental, y finalmente mi afición, el viajar en libertad y el turismo itinerante. […]

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