Los otros trasmochos vascos

2 05 2011

En el País Vasco, los árboles trasmochos más conocidos son las hayas. Las hayas trasmochas constituyen una parte consustancial de los paisajes de las montañas norteñas vascas, de tal modo que hay muchas personas que creen que las hayas trasmochas y las hayas salvajes constituyen dos especies distintas y no dos formas de manejo para una misma especie.

Hayas trasmochas en Gipuzkoa

No obstante, en el País Vasco se han trasmochado otros árboles como fresnos, castaños y diversas especies de robles, si bien ninguna de estas tiene tanta relevancia en el paisaje. Tal vez, precisamente por esa menor ubicuidad, han sido menos conocidos y estudiados.

En el Territorio Histórico de Álava, en la Llanada oriental, términos municipales de Barrundia, Zalduendo, Asparrena y San Millán, existe una especial abundancia de robles trasmochos, varios de los cuales destacan por su tamaño y belleza.

Dichos árboles se ubican en la parte baja de las laderas que bordean la Llanada. En la actualidad, salvo alguna escasa excepción, dichos árboles se encontran inmersos en el bosque, rodeados de otros ejemplares más jóvenes, normalmente hayas.

Laderas de la Sierra Entzia. Los gigantes de Okariz y Munain

En las laderas de la Sierra Entzia encontramos el robledal de Munain-Okariz. Está formado por unos 608 árboles de más de un metro de diámetro y una edad entre 500 y 800 años. Dichos árboles han sido estudiados tanto desde el punto de vista dasométrico como de la biodiversidad asociada y los resultados han sido sorprendentes.

Área donde se encuentran los grandes árboles de Munain y Okariz

En este enclave se han encontrado un total de 103 especies de escarabajos asociadas a estos robles, dos de éstas (Lucanus cervus y Rosalia alpina) especies prioritarias en las políticas europeas.

Ejemplar aislado en Munain

También destacan trece especies saproxílicas (aquellas que dependen de la madera muerta o en descomposición) que son nuevas o apenas conocidas en la Península Ibérica.

Se han citado cinco especies de musgos desconocidas en la CAPV y una nueva especie hepática para Álava. Entre los líquenes se han identificado hasta 129 variedades y 255 especies de hongos, diecinueve especies no citadas o de forma escasa en la CAPV.

En la actualidad se ha habilitado un itinerario que permite acercarse y conocer estos árboles de Munain y Okariz.

Grandes árboles en la ladera sur de las sierras de Elgea y Urkilla

En la ladera sur de las sierras de Elgea y Urkilla existen varios grupos de robles de grandes tamaños. Hasta la fecha se ha inventariado los perteneciente a los pueblos de Zalduondo, Galarreta, Gordoa y Arriola, teniendo noticias que también existen ejemplares de grandes dimensiones en Narvaja, Larrea y Ozaeta.

Especies y perímetros de los árboles inventariados en Galarreta, Gordoa y Arriola

En Galarreta, Gordoa y Arriola los trabajos realizados hasta la actualidad han consistido en el inventerio y localización de los mismos. Se han identificado  320 robles de más de 3,5 metros de diámetro. Mayoritariamente pertenece a la especie Quercus petraea,  tanto árboles trasmochos como sin intervención alguna, en el caso de Galarreta y Gordoa, y a Quercus robur en el caso de Arriola, por encontrarse en fondo de valle. No obstante, en la parte baja de Galarreta también se encuentran ejemplares trasmochos de Quercus pyrenaica.

Uno de los ejemplares de mayor tamaño de Zalduondo

En el término municipal de Zalduondo, en el paraje de Mendizabal, existe otro conjunto excepcional de árboles trasmochos. Se pueden identificar dos grupos. El primero de ellos está formado por trasmochos antiguos, caracterizados por su altura de fuste superior a los 4-5 m y 3-4 m de perímetro. Son 28 ejemplares y dos de ellos alcanzan los 7,5 m de perímetro. Salvo un ejemplar, todos los árboles de este grupo pertenecen a la especie Quercus petraea.

En general presentan un estado de conservación aceptable, aunque algunos presentan oquedades en sus troncos o diversas ramas puntisecas. A pesar de ello, la existencia de árboles adultos competidores y la profusión que alcanza el regenerado natural de frondosas (hayas, fresnos, serbales…), aconsejan la adopción de medidas para evitar la competencia de copa o raices.

Especies y perímetros de los árboles inventariados en Zalduondo

El otro grupo está formado por trasmochos de menor diámetro, situados en las proximadades del anterior grupo. Existen ejemplares de Q. petraea, Fagus sylvatica y, sobre todo, Quercus robur, hasta un total de otros 30 árboles.

Estos ejemplares han sido objeto de inventariación y caracterización fitosanitaria, definiéndose diversas actuaciones para garantizar su conservación, habiéndose ejecutado las labores más urgentes. Al contrario que en Okariz y Munain, hasta la fecha no se ha estudiado su biodiversidad asociada, si bien durante los trabajos realizados se ha podido constatar la presencia de Lucanus cervus y Rosalia alpina, así como la existencia de diversos nidos y madrigueras y la profusión de epífitos y líquenes que sobre ellos habitan.

How many people can you get inside a tree?

Varios de los ejemplares de Zalduondo están huecos en su interior

Trasmochos de Quercus faginea

El otro de los robles existentes en Álava, el quejigo o Quercus faginea, también fue antiguamente trasmochado. En general, la mayor parte de los quejigos conocidos en Álava son ejemplares jóvenes, de pequeño tamaño, pero con un indudable interés para la conservación de la biodiversidad en el territorio. De este modo, la primera cita la CAPV de Osmoderma eremita, tuvo lugar en una zona con quejigos trasmochos de la Llanada oriental, muy próxima a los árboles anteriormente citados.

Se pueden destacar los quejigos trasmochos existentes en la dehesa de Quintanilla, en el municipio alavés de Valdegovía. En el monte de este pueblo existen diversos ejemplos muy interesantes de quejigos trasmochos. Varios de ellos presentan un estado fitosanitario deficiente, existiendo incluso varios árboles muertos. Destaca por sus grandes dimensiones un conjunto de árboles muy próximos al pueblo.

Quejigos en la dehesa de Quintanilla

Abandono y problemática actual de los robles trasmochos alaveses

Durante mucho tiempo los terrenos que estos árboles ocupan debieron ser zonas adehesadas las cuales eran utilizadas por los vecinos de los pueblos a los que pertenecen para apacentar sus rebaños, especialmente el ganado que era utilizado en las labores del campo. Además, de estos árboles obtenían leñas y maderas para usos concretos. La estructura en dehesa permitía compatibilizar ambos usos, el ganadero y el forestal.

No obstante, la introducción de la maquinaria en las labores agrícolas, así como la emigración hacia las ciudades, rompió hacia principios de la segunda mitad del siglo XX este sistema productivo y estos terrenos se abandonaron.

Ello ha tenido dos consecuencias fundamentales. En primer lugar la ausencia de poda ha originado que las ramas que anteriormente se trasmochaban hayan ido aumentando de tamaño y creando una nueva distribución de pesos que los hace más inestables frente a nevadas o fuertes vientos. Por otra parte, la ausencia de pastoreo ha originado que esos terrenos anteriormente semiabiertos hayan ido progresivamente llenándose de árboles y ahora los percibamos como un bosque cerrado. Este es precisamente un rasgo distintivo de estos trasmochos frente a las hayas. En general en las masas de hayas trasmochas existe una escasa regeneración por lo que los problemas de competencia con otros árboles no son muy relevantes, mientras que es uno de los principales problemas en las masas de robles trasmochos.

Técnicos de Aranzadi, Diputación Foral de Álava e IKT durante una visita a los robles de Zalduondo con miembros del Ancient Tree Forum






El camino ancho

27 03 2011

Yo sabía que no era capaz de entender el significado que en mi casa se daba a ese topónimo. Cuando mi padre mencionaba el camino ancho, se notaba un orgullo del que yo no lograba captar su origen. Para mí, el camino ancho era un camino de la concentración parcelaria del pueblo de mi padre, con sus cunetas y todo.  Es sabido que entre algunos biólogos la concentración parcelaria y sus caminos no son santos de su devoción.

En cualquier caso, tenía que reconocer que era un camino especial. En el resto de las parcelarias que yo conocía, tras la cuneta empiezaban los cultivos, sin espacio para setos o árboles aislados, refugios para la biodiversidad agraria. En éste, en cambio, tras las cunetas existían unos terrenos incultos, y tras ellos, los sembrados. Lee el resto de esta entrada »